Le damos gracias a Dios por este privilegio, por permitirnos un año más trabajar en esta hermosa labor. La Escuelita Bíblica de Vacaciones ha terminado, cada día fue especial, desde los preparativos a unas semanas del comienzo hasta el día de hoy. Gritamos, jugamos, reímos, comimos, pero sobre todo, compartimos la palabra de Dios a cada uno de los pequeños que nos acompañaron durante esta semana. Una semilla que se planta en sus corazones, porque la palabra de Dios nunca vuelve vacía. Gracias a cada hermano por su esfuerzo, su tiempo y dedicación, somos un gran equipo en Cristo. Sin duda alguna, Dios trabaja en nosotros... ¡Gloria a Dios!
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